Estamos cumpliendo setenta y cuatro años de vida institucional, esta  institución educativa  que se ha iniciado ese 1º. de Junio de 1943 y que pese a las adversidades fue creciendo y consolidándose en lo que hoy conocemos como la Universidad Columbia del Paraguay. Celebramos con la satisfacción de quienes trabajan con honestidad, transparencia, valores y sobre todo con ideales orientados a la educación y el bienestar de los habitantes del Paraguay.

Don Rubén Urbieta Valdovinos, un joven inquieto en esos años, consideró que era necesario que la población joven del país se capacite en algo que se iba imponiendo rápidamente como era la máquina de escribir y es así que fue equipando su taller para enseñar esa nueva herramienta que les daría la posibilidad de conseguir mejores empleos.

Posteriormente vio que era necesario ampliar los conocimientos hacia el área empresarial y así fue abriendo cursos para ir capacitando a la gente en áreas como secretariado, administración de empresas, etc. Hasta que por la década del 70 estableció las bases para una universidad. Hoy día, la Universidad Columbia del Paraguay.

Esta universidad hoy es un referente importante en la educación superior universitaria en muchos ámbitos y proyectos educativos, sobre todo en la preparación del joven paraguayo, a través de la transmisión de conocimientos, destrezas y habilidades con amplio sentido de ética y valores para enfrentar el futuro como  profesionales íntegros.

Somos una universidad que hemos democráticamente trabajado para dar formación a los jóvenes sin distingo ni limitaciones, siempre respetando la libertad de opinión y trabajamos sin descanso  para que la universidad, a través del intelecto y los valores, sea en la brevedad, el ámbito normal de los grandes foros de discusiones políticas, económicas y sociales.

Estamos firmemente con la calidad de la educación universitaria, consideramos que la acreditación de nuestras carreras y la evaluación de nuestra institución, ocupan hoy un lugar fundamental y prioritario en nuestros planes. Creemos firmemente que sin una educación con calidad no podemos pretender un país mejor.

Quiero rendir un homenaje a todos los que construyen día a día esta universidad, a través de ellos, a todos los que han contribuido para el fortalecimiento de la misma, partiendo de nuestros fundadores hasta todos los que han pasado y aquellos que seguimos aportando nuestro grano de arena para el engrandecimiento de la misma, profesores antiguos, jóvenes, funcionarios y todos los que directamente están trabajando para que nuestros egresados sean excelentes.

Quiero terminar este mensaje soñando con una universidad que haya ganado la confianza de la sociedad donde el capital humano ya formado se constituya en el líder de la opinión nacional. Con una universidad con valores éticos y morales donde el profesional egresado de ella influya positivamente en la sociedad y una universidad flexible y ágil donde los adelantos académicos y tecnológicos puedan ser adaptados y aplicados con rapidez, facilidad y sobre todo calidad.