Estudiante Sawhoyamaxa retoma sus estudios en Columbia gracias a convenio con su comunidad
Eriberto Ayala, un dinámico joven indígena Sawhoyamaxa, continuará este año sus estudios de la carrera de Derecho, gracias a un convenio firmado el año pasado entre las autoridades de su comunidad y nuestra Universidad. Ayala, para quien el camino para llegar hasta aquí no resultó sencillo, representa a la primera promoción de los estudiantes indígenas beneficiados con este acuerdo.
A sus 27 años, Eriberto es uno de los primeros beneficiados por el convenio firmado en abril del año pasado entre el líder de su comunidad, el señor Carlos Mareco, y el vice rector y presidente del Directorio de la Universidad, el Lic. Javier Battilana Urbieta. Dicho acuerdo establece beneficios para los jóvenes Sawhoyamaxa que quieran realizar sus estudios terciarios en nuestra institución educativa.
Nacido en el Chaco, desde muy pequeño Eriberto padeció en carne propia las continuas violaciones a los derechos humanos más básicos de su pueblo, obligado a salir de sus tierras ancestrales y dispersados por diferentes establecimientos agrícolas y ganaderos, y bosques de la zona. Debido a esa situación apremiante, surgió en él la apremiante necesidad de “hacer algo” y buscar la manera de contribuir a la superación de ese estado de grave injusticia.
A causa justamente de dicha dispersión, la cultura tradicional del pueblo Sawhoyamaxa se vio fuertemente vulnerada, al punto que Eriberto, por ejemplo, no aprendió en la infancia su lengua nativa, sino que se comunicaba únicamente en guaraní. Recién siendo de más edad pudo aprender los rudimentos generales de su idioma. Fue a su llegada a Asunción que aprendió además a hablar en castellano, gracias a los periódicos, las radios y la TV.
En su adolescencia, Eriberto había tenido la oportunidad de viajar a diversos países. Entre esos viajes rememora especialmente uno que realizó a Bolivia en 2006 para participar en un encuentro continental de organizaciones y pueblos originarios con la presencia de Evo Morales, quien, al ser el primer mandatario de origen indígena, es una figura que produce gran admiración, respeto e inspiración para él y cientos de jóvenes aborígenes más.
Luego de culminar la educación media en Villa Hayes, en el 2009 logró obtener una beca de Itaipú para estudiar en la Universidad, de modo que, motivado por su experiencia anterior, optó por seguir la carrera de Derecho en Columbia y así adquirir las herramientas correspondientes para asumir una defensa más activa de los derechos e intereses de su comunidad en particular, y de los pueblos indígenas en general.
Sin embargo, por cuestiones comunitarias se vio obligado a dejar la carrera durante bastante tiempo, hasta que el año pasado logró volver y su retorno motivó el proceso que culminó en la firma del convenio de beneficios educativos entre la comunidad Sawhoyamaxa y la Universidad Columbia.
Entre sus desafíos de cara a su futura actividad como profesional del Derecho, además del ejercicio normal de la profesión, se encuentran, como se dijo, asumir la defensa activa de los derechos de los pueblos originarios del Paraguay, contribuir a la armonización de las leyes ordinarias que rigen todo el territorio nacional y el derecho consuetudinario de su comunidad. Por si fuera poco, tiene en mente poner en marcha un mecanismo para que el Congreso paraguayo apruebe una Ley que facilite un programa de becas de estudios para jóvenes indígenas en todas las Universidades.
Eriberto pide a las autoridades que se interesen más por los indígenas del país y a ofrecerles las oportunidades que se merecen como parte de un colectivo históricamente vulnerado. Empero, anima a los jóvenes como él a que no se conformen con vivir de la asistencia del Estado, sino que los anima a valerse por sí mismos en la medida de sus posibilidades y a decirles que ellos también pueden aspirar al éxito, tal como lo hicieron los campeones paraguayos de la Copa Americana de los Pueblos Indígenas, celebrada en Chile el año pasado.
¡Adelante siempre, Eriberto!