El abuso y la dependencia a las drogas
Ante el mundo de la drogadicción nos enfrentamos con muchos casos diferentes: cuestiones familiares, malas influencias, poca atención por parte de los padres y madres, odio, rabia acumulada etc. Desde el punto de la psicología, se consumen drogas con el fin de encontrar nuevas sensaciones, evadir la realidad, conseguir placer o aliviar el dolor, facilitar la comunicación social o adquirir nuevas experiencias y conocimientos. En una entrevista con Liz Amarilla, docente de la carrera de psicología de Universidad Columbia del Paraguay, cuenta acerca de este mal que aqueja a la sociedad y como desde la psicología, se intenta enfrentarla.
Aun cuando las drogas han estado presentes en todas las culturas y en todas las épocas, hoy son más las personas que las consumen, hay más cantidad y hay más facilidades para conseguirlas.
El uso habitual de las drogas genera consecuencias negativas tanto para el consumidor como para su entorno, pues el drogadicto, además de dañar su salud física y psíquica, origina situaciones conflictivas para su familia y para la sociedad. Algunas de las consecuencias de la drogadicción son irreversibles.
Las temáticas sociales, no son para nada ajenas a la drogodependencia; la pobreza se encuentra situada como un factor socio-político detonante de esta situación y es además una causante de la deserción escolar. “Tenemos chicos que tienen 11-12 años que están fuera del sistema escolar, otros de aproximadamente 15 años que dejan el colegio y lógicamente la falta de oportunidades también es un factor de riesgo de las causas de consumo”, nos cuenta la profesora Amarilla.
Son diversos los factores que intervienen en el consumo de drogas, desde problemas familiares hasta sociales, pasando inclusive por regulaciones de leyes y normas que controlen de manera correcta la venta de –por ejemplo- bebidas alcohólicas a menores de edad.
El diccionario de la Real Academia Española, define a la adicción como “dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico.” Entonces ¿cuándo es considerado un individuo realmente dependiente a las drogas? Ante esta incógnita, la profesora Liz explica “La adicción es cuando se da la cantidad y la frecuencia de consumo: tiene que ver con la cantidad y va a depender otra vez de todas las sustancias y los componentes químicos de dichas sustancias. Alcohol, tabaco, cocaína, marihuana, tienen diferentes tipos de adicciones.”
“Cuando hablamos de adicciones, hablamos de que esa persona ya no puede vivir bien.”
Desde la psicología se puede trabajar desde varios puntos, en primer lugar existen los programas llamados “Prevención de drogas basados en habilidades para la vida”, en la cual se trabaja con niños desde los 5-6 años y en donde no se trabaja la adicción como tema central, sino en las habilidades para la vida ya ahora y una vez adolescente tenga las herramientas necesarias para rechazar el consumo de sustancias nocivas
La intervención psicológica tiene mucho que decir en el abordaje de los problemas ligados al abuso de drogas, ayudando a la persona a superar tanto la dependencia física como la psicológica, enfrentando los estímulos asociados al consumo de manera controlada para que estos pierdan la capacidad elicitadora del consumo, doten a la persona de estrategias que prevengan una posible recaída futura, así como de establecer nuevos hábitos de salud.
“Las familias pueden ser factores protectores como también des-protectores.”
En cuanto a los problemas sociales que surgen a partir de la drogadicción, la profesora comenta: “Cuando hablamos de exclusión social, hablamos nuevamente de uno de los factores de consumo o sea el tema de las drogas es bastante amplio ya que es un problema de Salud Pública pero también es un problema social y por eso las áreas de trabajo deben ser completas y trabajar en conjunto. “
La investigación en la ciencia de la adicción y el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias ha permitido desarrollar intervenciones basadas en la evidencia que ayudan a las personas a dejar de abusar del consumo de drogas y reanudar una vida productiva.