Visita a la escuela Pa'i Pukú como actividad de extensión de la carrera de Turismo y Hotelería
Dentro del viaje de extensión universitaria de los estudiantes de la carrera de Turismo y Hotelería también estuvo incluida la visita a la escuela Pa'i Puku, con la finalidad de donar medicamentos y artículos de limpieza que comúnmente escasean en la institución.
La escuela Pa'i Puku fue fundada hace 65 años por al padre Pedro Shaw, quien había preguntado a las familias de la localidad qué era lo que creían necesario para la comunidad, a lo que ellos respondieron que necesitaban un escuela para sus hijos. De esa respuesta nació la Escuela Pa'i Pukú, que fue hecha totalmente a mano y hacha, con palmeras y quebrachos que hoy siguen siendo los materiales que albergan a niños y niñas que día a día quieren ampliar sus conocimientos y adquirir las herramientas necesarias para afrontar la vida.
Hugo Riquelme, director, docente y catedrático de la escuela comentó que el estilo de vida que tienen en la escuela y en la comunidad es normal, similar al estilo de vida que se tiene en cualquier lugar, solo que tratan de llevar la vida de la manera más ordenada posible: "Acá se juega fútbol, volley, escuchan música cuando terminan sus tareas, los jóvenes siempre hacen algo luego de terminar todos sus trabajos" comenta Hugo.
"Esta es mi primera casa a pesar de que yo sea de Benjamín Aceval, acá yo pasó mucho más tiempo que en otro lugar"
La institución cuenta con bastantes cosas: educación básica, formación de mandos medios, docentes especiales certificados por el MEC, internet, biblioteca, albergues, una capilla y una carpintería. En Pa'i Pukú, los niños y niñas aprenden cosas para afrontar adversidades, uno de los oficios más significativos es la carpintería: "De nuestra carpintería salen muebles hermosos que son hechos artesanalmente y que son vendidos a estancieros. Eso a nosotros nos da ingresos para poder sostener económicamente la escuela", explica Hugo la manera en que se consiguen recursos para cubrir los gastos.
Esta es mi casa
El director dijo que prácticamente Pa'i Puku es su primer hogar, es donde pasó la mayor parte de su vida y el lugar que formó a sus hijos, amigos y compañeros: "Esta es mi primera casa a pesar de que yo sea de Benjamín Aceval, acá yo pasó mucho más tiempo que en otro lugar" dice Hugo.
Aunque todo sea bastante lindo en la escuela, también hay algunas dificultades, por ejemplo, la comunicación es bastante difícil: "Estamos muy lejos de todo, de repente eso nos complica un poco las cosas cuando necesitamos pagar servicios, realizar reclamos cuando se va la energía eléctrica y esas cosas que los que viven en Asunción u otros lugares la tienen más fácil", cuenta el director. También dijo que la participación o presencia del Estado es prácticamente nula en esa parte del país, por ende, ellos no reciben tanta ayuda estatal, pero como forman parte de la red de la Fundación Fe y Alegría, se puede paliar ciertas necesidades materiales, realizar gestiones burocráticas y capacitar a los docentes.
Una de las cosas que para el director es importante es ver que sus alumnos progresen y salgan adelante. Él dijo que se siente bastante satisfecho cuando sus ex alumnos ingresan a la universidad, cuando se convierten en profesionales o cuando se dedican a trabajar en la institución misma: "El parámetro de que esto funciona es el nivel y la cantidad de profesionales que salen de acá" sentencia Hugo.
Una buena historia: La carpintería
La carpintería es fundamental para la escuela porque da ingresos pero aparte de eso, posee bastantes particularidades. Por ejemplo, Hugo mencionó que toda la infraestructura de Pa'i Pukú fue hecha con trabajo sin maquinaria y con quebrachos, pero hoy en día no solo tienen techo gracias a la madera, sino que ahora también pueden plasmar el trabajo de los estudiantes en los muebles e incluso permitir que otras personas puedan admirar ese trabajo.
Comúnmente, las palmas no son utilizadas por los estancieros, las máquinas de podar las echan y luego las palmas son quemadas, pero lo que se puede rescatar de ellas fueron y son utilizadas por las personas de Pa'i Pukú para muchas cosas: "Toda la madera que se recoge viene a nuestro taller para entrar a un proceso de elaboración de muebles de todo tipo" comenta Hugo.
La Escuela Pa'i Pukú posee muchos alumnos y alumnas, según el director hay un poco más de mujeres, en la escuela hay lugar para todos los niños y jóvenes de la zona, sin distinción religiosa ni étnica.