Desde el uso de los suelos, hasta el “boom” inmobiliario en la ciudad de Asunción, conversamos con el Ingeniero Luis Gulino, catedrático de la carrera de Arquitectura de la Universidad Columbia del Paraguay, en esta breve nota.

Conocer los suelos para una edificación, es de vital importancia, ya que garantiza la calidad y estabilidad de la obra a ser construida, teniendo en cuenta que cada suelo tiene sus propias características físicas, químicas y biológicas. En Gran Asunción hay 2 tipos de suelos sujetos a la profundidad en que se encuentre el suelo firme; las zapatas (que son fundaciones superficiales) y los pilotes (que son fundaciones profundas). El Ing. Luis Gulino establece lo siguiente: “Suelos buenos siempre hay para fundar los edificios, a veces en esta zona se cuenta con un nivel freático muy alto que implica la presencia de agua, lo cual puede dificultar las edificaciones en caso de sub-suelos.”

Los terrenos que el planeamiento urbanístico incluye de manera expresa en esta clase de suelo porque, habiendo sido sometidos al proceso de integración en el tejido urbano, tienen todos los servicios urbanísticos básicos (redes de abastecimiento de agua y de saneamiento, además del suministro de energía eléctrica) o bien son comprendidos en áreas consolidadas por la edificación de al menos dos terceras partes de su superficie edificable. El simple hecho de que el terreno linde con carreteras y vías de conexión interlocal y con vías que delimitan el suelo urbano no comporta que el terreno tenga la condición de suelo urbano.

“En Asunción no deberían demorar más de una semana; se tienen en cuenta la ubicación de la obra, la carga que van a tener los pilares que están determinados por la altura del edificio. Con esos datos, el especialista realiza sin problemas el estudio de suelo.”

Por otro lado, la construcción se ha constituido en el gran motor del crecimiento económico para el país, impulsado por el desarrollo inmobiliario en diversos sectores tales como edificios corporativos, hotelería y residenciales. Un simple paseo por la ciudad de Asunción, puede develar el impacto de la construcción. Los informes periodísticos y de los economistas marcan que este rubro es el que ofrece más crecimiento en el país, en los tres o cuatro últimos años y con proyección a seguir así en los próximos cinco.

Si bien las zonas de Santa Teresa, Trinidad, Molas López y Primer Presidente son aquellas donde se acrecientan los departamentos de alto estándar, también le siguen Barrio Jara y San Vicente, que tienen departamentos mucho más económicos y accesibles, y todos gozan de la ventaja del cambio de mentalidad que ha hecho que los departamentos hayan adquirido esta envergadura y que existen para todos los niveles económicos.

El auge del rubro no se concentra solo en la construcción de edificios de departamentos; los proyectos que se erigen para oficinas corporativas, comerciales y de servicio también avanzan en diversas zonas de la capital.

“Está regida por la oferta y la demanda, como hay mucha demanda lo que se realiza se vende o se alquila. Entonces yo veo un futuro a corto plazo que son como cinco futuros años, con mucho movimiento a la parte de construcción. Va haber mucha obra y mucho trabajo para todo lo relacionado a ese gremio.”

Según Gulino,  la necesidad humana más importante es darle techo a la gente: “Se sabe que la necesidad de vivienda en el Paraguay es muy grande y una de las soluciones es en propiedades horizontales de edificios para atender esa demanda y satisfacerla. No siempre la solución está en realizar casas y más casas o casitas, sino también está la otra opción de hacer edificios para la clase media.”