6 verdades sobre cuánto debes cobrar por diseño
¿Cuántas veces no se han escuchado comentarios respecto de la manera correcta de cotizar un trabajo de diseño e incluso comentarios en pro de regular los costos del servicio? ¿Cuántas veces se han leídos post de indignados referente a personas que ofrecen precios muy bajos para servicios de diseño?
Nunca opiné a este respecto y después de egresar de la universidad y habiendo ejercido la profesión un par de años decidí nunca hablar de esto, porque me parecía un tema tan estéril y poco productivo como discutir de religión o fútbol, nada menos productivo.
No obstante, hoy, con las ideas más claras y con algo de experiencia en mis espaldas quiero finalmente exponer lo que pienso a ese respecto, de forma ordenada y lo más claramente posible, aquí, algunas consideraciones al respecto.
1. Ese tarifario que buscas, no existe.
Lo lamento, si estas a favor de alguna regulación o algún tarifario que proteja tu dignidad, puedes esperar sentado. Nadie nunca podrá regular esto porque no sería correcto, un tarifario no puede y nunca podrá medir la calidad de ningún servicio, la experiencia de ningún profesional, la estructura de costos de ninguna empresa, los honorarios de ningún profesional ni las necesidades del mercado o las variables que maneja un proyecto. Si necesitas que alguien te diga cuánto cobrar, significa que estás en la base de la pirámide, eso es definitivo y necesitas salir allí.
2. Lo que se paga es lo que se recibe.
Cuando alguien ofrece un costo ínfimo por un servicio, ofrece lo que corresponde, si alguien paga 100, recibe un servicio de 100, si paga 1000 recibe un servicio de 1000. El cliente 100 no puede pagar 1000 y el cliente 1000 no quiere un servicio 100. El diseñador 100 no puede ofrecer un servicio 1000 y el diseñador 1000 no está dispuesto a trabajar por 100. Es tan sencillo como eso, sólo en tu fantástica imaginación un cliente 100 es un cliente que perdiste y que pudo pagarte 1000, deja de martirizarte, no has perdido nada.
3. Cliente que puede y no quiere, no es cliente.
Siempre existirá un cliente 1000 que quiere pagar 100, y si tú eres un diseñador 1000, te aseguro que no quieres un cliente 1000 que ofrezca 100. Cualquier profesional que se precie nunca trabaja con nadie que no valore su trabajo, y si lo haces, no está bien que luego reniegues de ello. Cada diseñador tiene exactamente el proyecto, la forma de pago y el pago que se tomó el tiempo de conversar y acordar, ni un centavo más, ni un centavo menos.
4. Nadie puede robarte lo que no es tuyo.
Hay mercado para todos, y así como existe el diseño 100 y el diseño 1000, también hay clientes que necesitan una cosa o la otra, si eres un diseñador 1000 y miras con envidia todos los clientes que tiene un diseñador 100, es porque no tienes idea de cómo ganar tu mercado y crees que te los están robando. La verdad es que ningún cliente 100 pagaría lo que pide un diseñador 1000, ni aunque fuese el único diseñador de este mundo. Si eres un diseñador de 1000 busca clientes 1000.
5. Nadie está desprestigiando la profesión.
Cuando un diseñador 100 ofrece sus servicios de diseño no está desprestigiando la profesión, está diciendo "no tengo estudios universitarios pero manejo muy bien los softwares", y los clientes 100 que los contratan dicen "está bien, no tengo presupuesto" o "está bien, no necesito nada complejo". Es decir, no todos los clientes necesitan un diseño 1000, que justifique el uso de tus conocimientos de 4 o 5 años de universidad, porque sencillamente hay rubros que no pueden permitírselo o porque la imagen no es un indicador relevante para ese rubro o para su modelo de negocios. Nadie está desprestigiándote, probablemente eres un patito feo, y aún no descubriste a donde perteneces.
6. Sálvate, aprende a manejar números.
La verdad es que si te interesó este artículo es porque estás en la disyuntiva de cuánto debes cobrar por tu trabajo, pero lamentablemente nadie puede responderte esa pregunta. El mejor regalo que puedes hacerte a ti mismo en este momento es hacer algún curso de finanzas personales, de administración o de educación financiera para emprendedores. Te aseguro que alguno de esos cursos que se ven aburridos y que piensas que no necesitas te enseñarán a organizar y calcular tus costos, tus gastos, tu honorario, tus ingresos, tu rentabilidad, el giro de tu negocio, planificar tus ahorros y calcular imprevistos, todo eso que no tienes idea de cómo hacer y por lo que aún esperas encontrar algún tarifario, que exista alguna regulación o que alguien te diga cuánto cobrar por diseño.
Uno de los grandes problemas de nuestra sociedad es la ausencia de educación financiera y los diseñadores no son ninguna excepción a esta regla, si deseas vivir de tu trabajo y que tu estudio sea sostenible, ya no puedes postergarlo.