Marcelo García y la Terapia Familiar Sistémica
Marcelo Garcia es Licenciado en Psicología con énfasis en Psicología Clínica por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción y cuenta con un posgrado en Terapia Familiar Sistémica en Buenos Aires – Argentina. Actualmente se encuentra culminando su maestría en psicología dentro de la Universidad Nacional de Asunción y se desempeña como docente dentro de la Universidad Columbia y dentro del instituto de Escuela Sistémica Paraguaya.
Vimos que realizó varios seminarios e incluso trabajó en lo que es la terapia familiar sistémica y por eso le preguntamos ¿Qué es y cómo funciona este tipo de terapia?
Realicé especializaciones en terapia familiar sistémica y otros temas; de igual manera realicé una maestría en la UNA con tesis en proceso de gestación. También soy docente de un instituto de pos-grado llamado “Escuela Sistémica Paraguaya”, dónde abordamos intervenciones en el ámbito familiar.
Respondiendo a tu pregunta, la terapia familiar sistémica es un abordaje desde el aspecto relacional, donde se verifica las relaciones que hay entre los familiares y se realiza una aproximación de acuerdo al problema, es decir, no se ve al paciente de forma individual sino que atendiendo la relación, puede citar a la pareja, puede citar solamente a los hermanos o puede citar a la familia completa; pues se considera que el individuo no está aislado sino que está en constante interacción con su medio y el más inmediato es el familiar. Para obtener mejores resultados, la problemática de relacionamiento se debe trabajar con la familia y no así solo con el individuo. Un adicto, por ejemplo, es apoyado hasta con talleres de terapia de desintoxicación y terapia individual, pero si el mismo tiene una familia multi problemática, el entorno no lo ayuda.
“La familia cumple dos funciones: o es un factor protector o es un factor de riesgo; la familia te enferma o te sana. Entonces la terapia sistémica busca tratar el problema desde el entorno que rodea al individuo.”
¿Es necesario que todos los miembros de la familia participen de la terapia?
Dependiendo del caso, se debe tener en cuenta que cada uno de ellos es único y particular. Un patrón bastante reiterativo y típico de parejas separadas, es tratar a un hijo con problemas de conducta y comportamiento, como un eje único de la problemática. Durante la entrevista con los padres, queda en evidencia que el hijo se encuentra situado en medio de sus problemas: ellos se relacionan y cuentan al niño o adolescente, cosas íntimas (de pareja) que no deberían ser transmitidas a sus hijos. Estos temas pueden ir desde que el padre o la madre están empezando a salir con una nueva persona, hasta que alguna de las partes comienza a revelar intimidades de la otra al hijo o hija, quien absorbe y se ubica en medio, actuando como filtro.
Es en este punto, es donde se trabaja el relacionamiento familiar: el chico no tenía un problema de conducta o comportamiento, sino que actúa como resultado directo del vínculo entre los padres.
¿En qué casos se recomienda realizar una terapia familiar?
Particularmente, no recomiendo una terapia como obligación. En todo caso resulta de utilidad al conocerse a uno mismo.
“Lastimosamente, cuando se habla de algún tipo de terapia psicológica, chocamos mucho con partes de nuestra cultura que tiene un concepto de salud como algo secundario. ¿Qué quiere decir esto? Que una persona consulta cuando el problema ya está establecido desde hace muchísimo tiempo. De igual manera, se da el caso en los controles médicos u odontológicos anuales: vamos solamente cuando el dolor está. La psicología no es ajena a esta situación.”
Si me decís ¿cuándo es recomendable? Lo es cuando comienzan a aparecer ciertos síntomas y la situación por la que atraviesa el individuo se hace insostenible. De esta misma forma, es recomendable consultar no necesariamente al adquirir problemas, sino también al momento en el cual surgen ciertos planteamientos o dudas con respecto al comportamiento o las decisiones que uno toma. Todo esto, desde una perspectiva de psicología en general independiente al modelo sistémico, que es una escuela de muchas dentro de lo que es la psicoterapia.
¿Cuáles son los factores que se determinan para incluir o no a más personas dentro de la terapia?
En Columbia tenemos la Cámara de Gesell, en la cual yo soy supervisor. Contaré dos casos para ejemplificar correctamente la respuesta a la pregunta, ya que en uno de ellos sí fue necesario llamar a la familia y en el otro no.
Tuvimos un paciente de 18 años y el vino en un principio por un caso en el cual argumentaba tener problemas con la familia; peleas muy fuertes que incluían agresión física y que por tanto, el joven decía que quería cambiar la situación. La primera interrogante que surgió ante el caso fue saber en qué otras áreas tenía problemas. Ante esta incógnita, comenzaron a salir a la luz cuestiones particulares que llegaron inclusive a plantear dudas sobre su orientación sexual. Durante este proceso, pudimos percatarnos que el problema radicaba en esta duda y como en este caso fue una cuestión de descubrimiento propio, no fue necesario llamar a terapia a la familia.
En otros casos ¿qué criterios se utilizan cuando es familiar? Es ahí cuando es necesario ver los patrones de funcionamiento o de disfuncionamiento, es decir, ajustándose a la situación es posible verificar el cambio de relaciones e interacciones que hay entre padres e hijos.
La psicología es muy compleja, ya que es una ciencia humana y no una ciencia dura, en donde señale donde exactamente radica el problema. Muchas veces los alumnos se encuentran ante la complejidad de dos teorías totalmente contrapuestas, el tema es optar por una: “jugate por una y ve como resulta y si va acorde a tu pensamiento.”